Transformación Digital

La transformación digital no es sólo la tecnología utilizada (Big Data, Cloud, Internet de las Cosas - IoT, Movilidad, Redes Sociales), sino el cómo se utiliza para lograr los objetivos estratégicos de la organización.
Tanto los procesos existentes, como el talento humano pasan necesariamente por un período de adaptación y cambio.

Si antes de la pandemia la transformación digital era un tema en que las empresas debían avanzar, después de la llegada del Covid – 19 se transformó en urgente. A medida que las puertas físicas de las viviendas y oficinas se cierran, se abren las digitales (McKinsey Insights, mayo 2020). De un día para otro hemos debido adaptarnos al teletrabajo. La cadena de abastecimiento pasó a tener el desafío de no sólo estar a tiempo sino que además adaptarse a la demanda fluctuante. Conocíamos el e-commerce, pero no la “economía libre de contacto”. Las organizaciones – para poder sobrevivir – deben utilizar todos los elementos tecnológicos que habiliten el cambio, así como los ajustes necesarios para la optimización y reducción de costos

Primero habría que partir por definir Transformación Digital:
“Es el proceso mediante el cual una Organización evoluciona su forma de hacer las cosas en cuatro aspectos claves de su Modelo de Creación de Valor: Cultura, Organización, Conocimiento y Tecnología.” (Centro innovación UC). El conocimiento es cómo una compañía utiliza la data proveniente de sus clientes y negocio, para medir su éxito y definir su estrategia. En la medida que la data se reconozca como activo, impulsará cambios en los modelos de negocio. La transformación digital no es sólo la tecnología utilizada (Big Data, Cloud, Internet de las Cosas – IoT, Movilidad, Redes Sociales), sino el cómo se utiliza para lograr los objetivos estratégicos de la organización. Ésta conlleva un cambio en la dinámica de la organización, en la cual no sólo deben adaptarse los procesos existentes, sino que implica necesariamente un cambio cultural que requiere de talento humano que se adapte y abrace esta nueva dinámica.

Hoy se dice que habrá una “nueva normalidad” o una “siguiente normalidad”. Lo que está claro es que no volveremos a lo que estábamos acostumbrados. Parte de lo que hoy está siendo teletrabajo, permanecerá como tal; parte de la demanda de delivery (que hoy es un porcentaje altísimo de la demanda total) permanecerá así. En general, la industria del Consumo ha adoptado rápidamente la Transformación Digital. Pero también hay que considerar que hay grandes oportunidades en el sector B2B, en lo que refiere a la manufactura, donde el distanciamiento social es un desafío. Hasta antes del Covid-19 varias industrias habían adoptado el IoT para mejorar el trabajo con los proveedores, manejar los inventarios, optimizar el abastecimiento y el mantenimiento. Todas éstas pueden ser operadas remotamente y permite tener operaciones más flexibles y al mismo tiempo reducir costos, al tiempo que permiten mayor distanciamiento social.

¿Cómo están las cosas por casa? Dentro de las conclusiones que arroja el Índice de Transformación Digital (ITD) de 2020 desarrollado por el Comité de Transformación Digital de Corfo, destacamos lo siguiente:

  1. Las empresas chilenas han mostrado un importante aumento en su madurez Cultural&Digital, sin embargo, la mitad de ellas aún se encuentran a un nivel de “Principiante Digital” o inferior.
  2. El proceso de Transformación Cultural&Digital captura valor para las empresas; mientras mayor es el grado de madurez digital, mayor valor se crea.
  3. La Cultura es un factor que impulsa o detiene el proceso de Transformación Cultural&Digital.
  4. El Liderazgo hacia lo digital es una de las mayores brechas de las empresas para avanzar en sus procesos de Transformación Cultural&Digital.
  5. Los sectores industriales del país presentan niveles desiguales de madurez digital. El sector de Comunicaciones lidera el proceso, mientras el de menor evolución es el de la Construcción.

La llamada Industria 4.0 o Cuarta Revolución Industrial, es esta posibilidad de contar con una serie de herramientas analíticas y digitales que pueden reducir costos operacionales mientras propician flexibilidad. La creación de valor es enorme si se adopta la Transformación Digital. Pero esto debe hacerse de forma acelerada y no enfocada en la tecnología misma, sino que en los resultados, en el aprendizaje a través de la experiencia y la construcción de un ecosistema de proveedores de tecnología.
Por lo tanto, tal como expone un artículo de Harvard Business Review (6/05/2020) la transformación digital es más acerca de las personas que de la tecnología. Creemos que el talento que se requiere para llevar a cabo un proceso de transformación digital (que por lo demás, nunca termina) es eminentemente flexible, adaptable, curioso – con énfasis en el aprendizaje – colaborativo y solucionador de problemas. Las personas “con una mente hambrienta” que serán capaces de acoplar sus intereses a la demanda existente y fluctuante, que aprenderán de las competencias duras en la medida de los requerimientos, son las que probablemente tendrán mejores resultados en este mundo cambiante, incierto y lleno de oportunidades.